

Los países latinoamericanos pueden
ser condenados por ignorante y por la campaña fascista del capitalismo
americano tomando en cuenta que Latinoamérica es un bloque compacto y homogéneo
de ideología “bolivariana” donde los países se levantan contra la opresión de
los grandes poderes políticos y económicos del mundo (en especial Estados
Unidos).
Por su lado no hace falta estar demasiado al tanto de las
realidades políticas del continente para entender que gobiernos como los de
Chávez y Raúl Castro, difícilmente puedan ser encajados en una misma etiqueta
ideológica. Además, al presentar a América Latina
como un todo unificado, la película le resta a cada país sus particularidades
(geográficas, políticas, sociales) y propone una visión anacrónica e
idealizada: el continente viene a ser algo así como un resto colonial que se
levanta contra la tiranía imperial (ahora estadounidense en vez de europea).